¿Qué es una cocina de estilo clásico?

La cocina es el corazón de la casa y, sin duda, la estancia más utilizada por todos los miembros de la familia. Por ello, es importante que los muebles que lo componen sean de materiales de calidad, resistentes y duraderos. Las cocinas clásicas combinan elegancia y confort. A diferencia de otras cocinas, nunca pasan de moda. La cocina debe estar amueblada pensando en la funcionalidad y la practicidad, pero también con buen gusto, reflejando los cánones estéticos de los propietarios. Entre los diferentes tipos de cocinas que existen en el mercado, la cocina clásica es siempre una de las más populares, incluso más que la cocina moderna y minimalista. La deducción a la que pueden acogerse quienes tengan que renovar una oficina es el incentivo fiscal para la mejora energética de los edificios. Para conseguirlo, es necesario renovar de forma que se ahorre energía y hacer cambios que aumenten el nivel de eficiencia energética. Se caracterizan por un estilo atemporal y sin edad. Además, las verdaderas cocinas clásicas son sinónimo de calidad porque se fabrican con materias primas valiosas y duran más que los laminados que caracterizan a muchas cocinas modernas.

Características de la cocina clásica

Una cocina clásica se reconoce inmediatamente, tanto si se mira como si se toca. Tradicionalmente, la cocina clásica se compone de muchos elementos, por lo que quienes la eligen suelen tener mucho espacio. Sin embargo, no faltan las cocinas modulares clásicas que se adaptan a dimensiones más reducidas para satisfacer las necesidades de todos. Algunas de las principales características de las cocinas clásicas las diferencian de las modernas: el uso de materiales valiosos como la madera maciza (si procede de un solo tronco o está formada por varias tablas, pero sin el uso de aglomerado). Los tipos de madera más utilizados son el cerezo, el nogal, el roble, el alerce, el roble, el pino, la teca y el ébano. La madera transmite calidez y hospitalidad, sensaciones fundamentales cuando se está en un entorno central y cotidiano como la cocina. La cocina clásica es tan especial no sólo por el uso de maderas nobles y el diseño tradicional, sino también por la atención a los detalles que la convierten en un producto de calidad y muy acogedor. Además, es importante que todos los elementos que componen el mobiliario de la cocina sean del mismo estilo, desde los armarios hasta las estanterías y las vitrinas. La decoración y los textiles también deben respetar el diseño clásico de los muebles, por lo que la cerámica decorada a mano, los motivos florales y los tejidos naturales como el lino y el algodón son perfectos. Aunque la esencia de una cocina clásica es la tradición, hoy en día también hay algunos elementos modernos, como las encimeras de acero y los electrodomésticos empotrados. Para los amantes de la cocina clásica que deseen un estilo ligeramente diferente al de la cocina tradicional, se puede elegir un estilo rústico, que recuerde a las cocinas de las antiguas casas de campo, enriqueciéndolo con adornos y cacerolas de cobre a la vista. O puede optar por un estilo shabby chic, muy de moda en los últimos años, que, con sus muebles de madera clara y sus tonos neutros, recuerda la cálida atmósfera del campo, dando al ambiente un toque de romanticismo.

Cocinas clásicas con isla

Las cocinas clásicas con isla combinan la tradición del estilo clásico con la modernidad de un elemento como la isla. Se puede utilizar para colocar la placa de cocción, los electrodomésticos o el fregadero. O simplemente puede utilizarse como mesa de trabajo y de aperitivos, que por supuesto debe combinarse con taburetes funcionales del mismo estilo. Son muchas las marcas de muebles que hoy en día ofrecen cocinas clásicas con isla, por lo que no hay que renunciar a las maderas preciosas y a los acabados tradicionales para tener también la comodidad de un elemento central propio de las cocinas modernas. El resultado es una cocina clásica, elegante y sobria, pero al mismo tiempo contemporánea y armoniosa.